Quería escribir algo sobre lo ocurrido ayer en nuestro país.
Se dio ayer un fenómeno que últimamente se da en nuestra sociedad. Hubo una
manifestación a la que asistieron miles de personas. Es un derecho
constitucional el de manifestarse y me parece muy correcto que el que quiera
manifestarse lo haga. No obstante me quería centrar en otro hecho que, por
desgracia se está dando en los últimos meses. El tema es el de las cargas
policiales y los heridos y detenidos en las ya mencionadas manifestaciones.
En contra de la opinión de la gran mayoría yo quiero
solidarizarme con la policía de nuestro país. Lo siento no me creo la teoría de
que te acerques a un policía y por el hecho de mirarle a la cara cargue y te
empiece a dar con la porra. Me parece indignante el trato que se les está dando.
Seguro que a más de uno se le ha ido la mano. Sin embargo yo he presenciado
situaciones lamentables. Gente gritándoles, tirándoles objetos, insultándoles,
diciendo todo tipo de barbaridades. Ellos aguantando el tipo. En ocasiones aguantan
mucho más de lo que deberían. Aguantan hasta que se pone en juego, no ya su
integridad física, sino el orden público. Da la sensación de que cuando alguien
se manifiesta tiene derecho a hacer lo que le dé la gana y no. Eso no es así. Insultar y apedrear no son derechos constitucionales.
Estoy convencido de que algunos policías se habrán pasado a
la hora de cargar, pero creo que lo que han tenido que aguantar es mucho mayor.
Nos olvidamos que son personas, exactamente iguales al que se manifiesta. Ellos
sufren los recortes exactamente igual que tú y que yo. Que en los recortes han
sido de los más perjudicados. Que es probable que piensen lo mismo que el que
está protestando, pero su misión es la que es. Es leal y lo cumple con la mayor
valentía posible. Los que dicen que son unos asesinos no conoce a ninguno. Son
como los demás, pero su función es la que es te guste o no.
Se merecen un respeto y creo que deberían salir leyes que
fortaleciesen la autoridad de este cuerpo de funcionarios del estado. Es
denigrante como se les insulta y ningunea sin que puedan ni siquiera contestar
con palabras.
Me duele que pase con frecuencia porque además, los que
provocan los enfrentamientos son una minoría que no representa el clamor
general pacifista del resto de manifestantes. Por eso hago una llamada al
orden. Manifestaciones, todas las que queramos, pero siempre desde el respeto
al que tiene que hacer su trabajo, en este caso el del Policía.